Mujeres Épicas: El Llamado
- Carmen Xochiquetzal
- 18 ene 2017
- 6 Min. de lectura

Si no sales al bosque, jamás ocurrirá nada y tu vida jamás empezará
El mes de marzo ha iniciado y con ello las festividades relacionadas con el Día Internacional de la Mujer, por ello en Centro Holístico Callicuauhtli iniciamos con diferentes artículos de y para mujeres. La finalidad no es únicamente reconocer la importancia del papel de las mujeres en el mundo, sino brindarle semillas que florezcan en la tierra fértil de su alma, que en tiempos de sequía pueden detonar una trasformación de su ser y de su vida; y en tiempos de abundancia mejorar el acceso a nuevas formas de plasmar su maravilloso ser interior en el mundo.
Esta vez presentamos el poema “Pestaña de Lobo” de la escritora, contadora de cuentos y psicoanalista jungiana Clarissa Pinkola Estés. La Dra. Estés se ha dado a la tarea de recopilar y preservar los cuentos de distintas tradiciones antiguas del continente americano y europeo, y no solo eso, sino que ha realizado un profundo análisis del impacto que los cuentos pueden tener en la vida de las mujeres pudiendo servir de punto de apoyo en sus distintas etapas vitales. Dice Clarissa que es a través de los cuentos que las mujeres de todas las épocas y zonas geográficas han hecho suyo el legado de sus antecesoras respecto a cómo atravesar los diferentes retos de la vida con apenas unos pocos rasguños.
¿Quieres internarte en el mundo mágico de los cuentos ancestrales? ¿Deseas cómo aplicar la sabiduría ancestral a tu vida? Porque los enigmas femeninos y sus respuestas siguen vigentes hasta nuestros días. No esperemos más acércate una tasa de delicioso té relajante de manzanilla y disfruta el cuento titulado:
La Pestaña del Lobo
-No salgas al bosque, no salgas -dijeron ellos.
-¿Por qué no? ¿Por qué no tengo que salir al bosque esta noche? -
preguntó ella.
-En el bosque habita un enorme lobo que se come a las personas como
tú. No salgas al bosque, no salgas por lo que más quieras.
Pero, naturalmente, ella salió al bosque y, como era de esperar, se encontró
con el Lobo, tal como ellos le habían advertido.
-¿Lo ves? Ya te lo decíamos -graznaron.
-Eso es mi vida, no un cuento de hadas, zopencos -replicó ella-. Tengo
que ir al bosque y encontrarme con el lobo; de lo contrario, mi vida jamás
podrá empezar.
Pero el lobo que ella encontró había caído en una trampa, se le había
quedado la pata prendida en un cepo.
-¡Socorro, auxilio! ¡Ay, ay, ay! -gritaba el lobo-. ¡Socorro, ayúdame y te
daré la justa recompensa! -añadió.
Porque eso es lo que hacen los lobos en los cuentos de esta clase.
-¿Y cómo sé yo que no me vas a hacer daño? -le preguntó ella, pues su
misión era hacer preguntas-. ¿Cómo sé yo que no me matarás y me dejarás
reducida a los puros huesos?
-Mala pregunta -dijo el lobo-. Tendrás que confiar en mi palabra.
Y el lobo reanudó sus aullidos y lamentos.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está
el
almaaaaaa?
-Oh, lobo, voy a correr el riesgo. ¡Vamos allá!
Abrió la trampa, el lobo sacó la pata y ella se la envolvió con hierbas
medicinales y plantas.
-Oh, gracias, dulce doncella, mil gracias --dijo el lobo, lanzando un
suspiro.
Pero, como había leído demasiados cuentos que no debía, ella exclamó:
-Bueno, ahora ya puedes matarme, anda, terminemos de una vez.
Pero no fue eso lo que ocurrió. En su lugar, el lobo alargó la pata y se
la apoyó en el brazo.
-Soy un lobo de otro tiempo y lugar -dijo. Y, arrancándose una pestaña
del ojo, se la entregó diciendo-: Úsala y procura ser sabia. De ahora en adelante
sabrás quién es bueno y quién no lo es tanto. Mira a través de mi ojo y
lo verás todo con claridad.
Por dejarme vivir,
te ofrezco vivir
como jamás en tu vida has vivido.
Recuerda que sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está
el
almaaaaaa?
Y así la doncella regresó a la aldea,
alegrándose de estar viva.
Y esta vez cuando ellos le dijeron,
"Quédate aquí y cásate conmigo",
o "Haz lo que te digo",
o "Di lo que yo quiero que digas,
pero que todo quede tan en secreto
como el día en que viniste",
la doncella tomó la pestaña del lobo
miró a través de ella
y vio sus motivos
tal como jamás los había visto.
Y la vez en que
el carnicero pesó la carne
ella miró a través de la pestaña del lobo
y vio que pesaba también su pulgar.
Y miró al pretendiente
que le decía "Soy el que te conviene",
y vio que no le convenía para nada.
Y de esta manera y muchas más
se salvó no de todas
pero sí de muchas
desgracias.
Pero, además, con esta nueva visión, no sólo vio al astuto y al cruel sino que el corazón se le hizo inmensamente grande, pues miraba a las personas y las volvía a calibrar gracias al don que le había otorgado el lobo al que ella había salvado.
Y vio a los que eran verdaderamente buenos
y se acercó a ellos,
encontró a su compañero
y permaneció a su lado todos los días de su vida,
percibió a los valerosos
y se acercó a ellos,
captó a los fieles
y se unió a ellos,
vio perplejidad por debajo de la cólera
y se apresuró a disiparla, vio amor en los ojos de los tímidos
y se inclinó hacia ellos,
vio sufrimiento en los callados
y cortejó su risa,
vio necesidad en el hombre sin palabras
y le habló,
vio fe en lo más hondo de la mujer
que afirmaba no tenerla
y se la volvió a encender con la suya.
Vio todas las cosas
con la pestaña del lobo,
todas las cosas verdaderas
y todas las cosas falsas,
todas las cosas que iban contra la vida
y todas las cosas que iban a favor de la vida,
todas las cosas que sólo podían verse
a través de los ojos de aquel
que pesa el corazón con el corazón,
y no sólo con la mente.
Así descubrió que era cierto lo que dicen, que el lobo es la más sabia de las criaturas. Si prestas atención, el lobo cuando aúlla hace siempre la pregunta más importante, no dónde está el alimento más próximo, la pelea más próxima o la danza más próxima, sino la pregunta más importante para ver dentro y detrás, para sopesar el valor de todo lo que vive,
¿dóooonde estáaaa
el
almaaaa?
¿Dónde está el alma?
¿Dónde está el alma?
Sal al bosque, sal enseguida. Si no sales al bosque,
jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Selección de "La pestaña del lobo", poema original en prosa de C. P. Estés, copyright 1970, de Rowing Songs for the Night Sea Journey, Contemporary Chants.
Este cuento es una invitación para salir de los patrones culturalmente aceptados, reconstruirlos y adaptarlos a nuestras actuales circunstancias y pasiones. Buscar el alma en todo lo que hacemos y creamos es nuestro derecho fundamental como seres humanos.
EMPRENDE TU VIAJE ÉPICO
1. IDENTIFICA
Reflexiona: ¿Cuáles son los momentos en que mi vida tiene alma? ¿Mis actividades diarias la tienen? ¿Me hacen sentir gozo, alegría, optimismo, serenidad y más? ¿Cuándo fue la última vez que sentí tales emociones? ¿Dónde? ¿Con quién estaba? ¿Por qué experimenté eso? ¿Por qué dejé de hacerlo?
2. VISUALIZATE
Los estudios actuales en neurociencias nos dicen que el solo "imaginar" de forma repetida alguna acción que nos sea difícil de realizar (por falta de tiempo, temor, etc) refuerza los circuitos neurales de esa conducta en nuestros cerebros, aumentando la probabilidad de ejecutarla en el futuro. Así que, ¡sí! Siéntate a soñar despierta 10 minutos diario. Asegúrate de no ser interrumpida por nadie durante ese pequeño tiempo. Deja ir tu imaginación y no juzgues negativamente la experiencia. Acéptala y déjala ir. Puedes hacerte al mismo tiempo tu rutina de belleza favorita, como poner los pies en agua caliente con sales marinas y extractos de plantas para mejorar la circulación de tus piernas.
3. AGENDA UNA CITA CONTIGO
Reserva en tu agenda 1 hora un día por semana, ¿haciendo? Pues eso que identificaste en el paso 1. Dependiendo de cada una de nosotras habrá quienes prefieran andar en bicicleta, asistir a un temazcal, escribir un poema, hacer yoga, rappel, pintar, etc (todo depende de cuáles son tus intereses o pasiones, en mi práctica profesional siempre animo a mis clientes a ir un poco más allá de las actividades "cómodas"). De preferencia que sean actividades donde tú tomes un papel activo y no solo sea ver tu telenovela favorita en la TV ("actividades" pasivas como ésta se relacionan con mayores índices de depresión).
¡Tú decides! Diseña, ejecuta y disfruta esos 60 minutos recordando una sola cosa: "Nadie puede cantar tu canción, nadie puede bailar tu baile". La única persona eres tú y estás en este planeta para ello, para ser una creadora consciente de tu vida.
¿El artículo te ha sido de ayuda? ¡Por favor comentalo y compártelo!
Bendiciones mil,
Carmen Xochiquetzal
FUENTE ORIGINAL: Boletín Callicuauhtli, Marzo 2015.



Comments